Como no podía ser de otra forma, en Ministerio de la Vivienda está preparando un nuevo Plan de Vivienda que entraría en vigor el año que viene. Según el diario Público ^[1], la principal novedad es que el ministerio podría poner un coto al esfuerzo hipotecario que pueden realizar los aspirantes a una vivienda de VPO.

Según la noticia, el que quiera optar a una VPO no podrá destinar más del 40% al pago de la hipoteca. De esta forma, sólo podrían aspirar a estas viviendas las personas que superen ampliamente los 1.000 euros, dejando fuera a una gran mayoría de población joven.

Esta medida, como todas, tiene su cosas buenas y sus cosas malas, aunque en mi opinión las malas son muy malas y las buenas no tanto… Lo beneficioso de la medida es obvio, que se pretende evitar el sobreendeudamiento de las famlias, causante en gran medida de la crisis crediticia que vivimos. Y digo yo, ¿por qué no deja el Ministerio que los bancos se ocupen de eso? Estoy convencido de que los bancos ya han aprendido la lección de que no deben conceder hipotecas tan a la ligera, así que deja que el banco tome la decisión de si concede o no la hipoteca a alguien que tenga que destinar más del 40% de su sueldo a ello.

Lo malo de esta medida es también obvio. Va a dejar fuera a quien más lo necesita, a una parte muy grande de la juventud actual. Precisamente los jovenes que ganan poco, pero que viven con sus padres (con lo que no tienen demasiados gastos) que además los ayudan económicamente, son los únicos que pueden permitirse el destinar mayor porcentaje del salario a la hipoteca. Si se le hace esperar a este joven a tener un salario más elevado para poder hipotecarse, no habremos hecho otra cosa que empeorar su situación. Pagará más por el mismo piso, y tardará mucho más tiempo en emanciparse.

Por suerte, esto no es más que un borrador, así que esperemos que la ministra se lo piense un poco mejor.

Foto por tonymadrid ^[2].

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